Viviendo la vida en Cristo

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 10 Amaos

A lo largo del capítulo 12 de Romanos, se explora la actitud que debe tener un hijo de Dios, es decir, los deberes que nos corresponden como resultado de la vida plena que Cristo nos otorga a través de Su gracia, un don que nunca hubiéramos merecido. Entre estos deberes, se encuentra el despojarnos del mundo, como se menciona en el versículo 2. Al desprendernos de la visión y el sistema de vida del mundo, nos alejamos de lo que nos perjudica, pues lo que el mundo busca y hacia dónde se dirige no está en alineación con la voluntad del Padre. Por ello, debemos conocer y amar la voluntad de Dios para vivirla y desearla cada día, con el fin de cumplir Su propósito. Además, se nos exhorta a amar desinteresadamente, sin esperar nada a cambio, tal como Jesús nos amó y sigue amándonos. Debemos aborrecer el mal, pues Dios también lo aborrece (Proverbios 6:16-19), y amarnos los unos a los otros con un afecto fraternal, con un afecto tierno como hermanos y familia. Esto implica honrarnos entre nosotros, sirviéndonos, respetándonos y siendo cuidadosos con nuestras palabras. Asimismo, como se menciona en el versículo 11, debemos realizar nuestro trabajo en la obra con entusiasmo y sin pereza, sirviendo de manera adecuada, ya que se trata de la expansión del reino de Dios en la tierra. Todo lo que hacemos debe ser lo mejor de nuestro esfuerzo y voluntad, siendo impulsados por el fervor del Espíritu. Finalmente, los versículos concluyen con un llamado muy significativo de Pablo: mantengámonos gozosos en medio de las tribulaciones, pues la gracia de Dios para nuestras vidas es mayor que cualquier adversidad en la tierra. El Dios que nos ha dado este precioso regalo nos ayudará en cualquier circunstancia y no nos abandonará (Josué 1:5). Nos despedimos y les animamos a permanecer firmes, recordando que Aquel que comenzó la obra en ustedes, la completará (Filipenses 1:6).

jueves, 12 de septiembre de 2024

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